Me gustaría mostraros que de una forma simple, un armario puede pegar un giro radical. Es trabajo, SI, merece la pena SIIIIIIII.
Las fotografías ,espero que os lleguen claras, muestran el antes y el después del proceso.
Pensaba comprar unas puertas nuevas, ya que tanto cabecero como mesitas eran lacadas en color marfil, y el armario venía de obra cuando compré el piso, en tono haya claro, pero corrí el riesgo y para mí mereció la pena. Subí todas las puertas para el ático y quité los tiradores, lijé todas las puertas, dejando las molduras superiores y de las puertas en su tono natural y cubrí con cinta de carrocero todas las moldurillas finas de las puertas para no sobrepasarme a la hora de pintar. La duda era si aplicar la pintura a pistola o a rodillo y me decidí por esto último. El acabado quedó perfecto. Si os decidís por la primera opción os aconsejaría siempre hacerlo en exteriores por lo evidente, podrías arrepentiros del estropicio.
Por último los tiradores pasaron de color oro a plateado satinado, aplicado con espray y el acabado del barniz de la madera es incoloro-satinado
Con este trabajo inicio hoy mi andadura blogueril, os iré mostrando trabajos que vaya realizando y entradas relacionadas con decoración.
Mis disculpas por la primera foto, que se ve mal, pero era la que tenía, al menos os hareis una idea de cómo estaba anteriormente.
Hasta la próxima....
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